¿Qué no necesito para empezar a correr?

Quiero, quiero, quiero… ¿Realmente necesito todo esto para empezar a correr? Recuerdo que cuando corría campo a través en el colegio utilizaba una camiseta de algodón del negocio donde trabajaba mi padre y si hacía frío, encima una sudadera. Luego, unas mallas de lycra negras (las mismas que usaba para el partido de baloncesto, solo que encima me ponía los pantalones de la equipación, que me venían enormes, por cierto), calcetines de deporte (¿eran técnicos? No creo que lo fueran…) y unas zapatillas de deporte, las mismas que me calzaba para diario. Corría y no sentía la necesidad de tener nada más. ¿Quizá no era la ropa más adecuada? Totalmente de acuerdo. A día de hoy contamos con prendas diseñadas específicamente para practicar este deporte y que es aconsejable saber elegir, pero también acumulamos muchas excusas.

Porque no creo que para empezar a correr precise del último modelo de zapatillas que acaba de lanzar mi marca favorita. Quizá, si busco un modelo de la temporada pasada siga teniendo una muy buena zapatilla por un precio más asequible.

Porque eso de comprarme un pulsómetro para medir cuánto he corrido y comprobar si mis pulsaciones se han disparado pueda motivarme, pero igual también puede hacerlo el ver que la semana pasada solo llegaba hasta ese puente y ahora ya logro dejarlo atrás, incluso alcanzar el siguiente.

Porque unas buenas mallas para correr no se miden por lo bonitas que son, sino por comprobar que están diseñadas para la práctica de este deporte y por escoger cuál se adapta mejor a la climatología donde vivo. De este tema, hablo aquí: Qué tengo en cuenta cuando elijo una malla para correr.

Porque si para correr abrigado necesito todas las capas habidas y por haber y quizá, seleccionar sea un primer paso. Necesito una térmica, un cortavientos, una chaqueta impermeable un poco más gruesa, un chaleco… ¿Cuál suele ser la temperatura habitual de mi ciudad? Selecciono y me adapto a la climatología, con el tiempo me daré cuenta qué prenda me va mejor. ¡Pero si es que me congelo y a mi amigo le sobra todo! ¿Te suena? Cada corredor, es un mundo. También pienso en complementos para el frío, pues quizá con una bandana tenga suficiente y no necesite, además, un gorro, y el escenario podría ser este: salgo de casa con ella puesta en el cuello, bien subida para taparme las orejas y en cuanto entre en calor, me la coloco en la cabeza a modo de cinta.

¡Sí lo necesito para correr!

Qué mas da qué sujetador utilice, mientras lleve uno deportivo… ¡ERROR! Si pienso que cualquier sujetador me vale para practicar running, estoy muy equivocada. NECESITO un buen sujetador, uno específico para deportes de alto impacto porque el pecho SUFRE. Aquí lo explico: Cómo elegir un buen sujetador para correr

Para terminar, los grandes olvidados, los calcetines. No necesito calcetines de algodón, porque quizá esa sea la causa de que mis pies sufran de ampollas y rozaduras. ¿La razón? Cero transpirabilidad. ¿La opción? Tejidos de lycra, nylon, poliéster, spandex… El primer paso será escoger unos calcetines específicos para correr e importante, también puedo decantarme por modelos según distintas condiciones meteorológicas.

Y por supuesto, de lo que necesito mucho y grandes dosis son ganas de empezar a correr y más aún, de seguir y por supuesto, no decaer.