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Ya siento que se va acercando el día en que pueda sudar cada una de las prendas que publico por aquí, pero como realmente toca hacerlo, a base de kilómetros. Cuatro meses son los que ya acumulo sin poder ejecutar impacto, pero la evolución de mi rodilla (dejo la info de lo que me ha pasado, a través del artículo que escribí a los pocos días de la operación: No tengo prisa) apunta a que ese día no tardará en llegar. Aunque vuelvo a repetir: no tengo prisa, pues según me acaban de comunicar hoy mismo, tengo que seguir trabajando la movilidad para cuando llegue el día que pueda dar el paso de empezar a trotar.
Pero me visualizo, sí, lo hago. Hace unos días, después de salir de mi sesión de rehabilitación, me acerqué al Antiguo Cauce del Río Túria, aquí en Valencia. Lo vi, el lugar donde tantos corredores compartimos kilómetros, pese a que no era el día más idóneo para hacerlo. Las fuertes lluvias que descargaron en territorio valenciano habían eliminado toda posibilidad de calzarse las zapatillas para salir a correr por esa zona anegada de agua.
Ese día, estrenaba la chaqueta. Flashazo de la cámara del móvil y sí, los elementos reflectantes cobraban protagonismo.
La chaqueta que ilumina nuestra ruta
Cuando llega el invierno intento buscar aquellas prendas que me protejan de las adversidades de la climatología y a su vez me proporcionen seguridad. Con esto último, me refiero a que selecciono aquellas piezas que tengan algún elemento reflectante para que se me vea cuando la oscuridad acecha, algo muy usual a las horas que suelo entrenar con la llegada de la temporada invernal. Así pues, os presento esta chaqueta de la línea Run Division Flash de Nike. Aposté por ella porque su color malva piedra me transmite vitalidad y rompe con el clásico negro que acostumbro a llevar, combinado con las franjas reflectantes en zonas estratégicas: panel reflectante rodeando ambos brazos y en la capucha. De este modo, en zonas de poca luz se nos verá tanto corriendo de frente como de espalda.
Esta chaqueta es resistente al viento y a la lluvia, además de contar con su particular tecnología que capilariza el sudor. En cuanto a cremalleras, posee dos laterales para regular el flujo de aire y dos bolsillos con cremallera con forro, para que cuando metamos las manos sintamos la calidez.
La capucha tiene cordón para que nos la podamos regular y las mangas están diseñadas con velcros para que nos las ajustemos a nuestro agrado (yo los uso mucho para regular especialmente la muñeca en la que llevo el pulsómetro, pues aquí prefiero llevar la manga más holgada).
Otro dato que quiero destacar. La zona interna del cuello es afelpada, algo que se agradece mucho para tener esa zona abrigada. Llevo la talla M.
Mallas running de a diario
Unas mallas negras siempre serán nuestro fondo de armario runner. Este modelo que llevo son las mallas de running de 7/8 mate de Nike y llamaron mi atención por su sencillez y el detalle de sus líneas reflectantes. Incluye la tecnología Dri-FIT, tan característica de la firma, para mantener la transpirabilidad y la comodidad cuando corremos.
La cintura es de talle medio, una medida justa para que sintamos el ajuste necesario y a su vez, no nos oprima en exceso en la zona de la barriga. Si queréis saber si tiene bolsillos internos, sí los tiene: son muy pequeños y se localizan en la parte delantera izquierda y la parte posterior derecha de la cintura. Es la medida justa para guardar las llaves, alguna tarjeta o moneda.
Añado. Considero un gran acierto el diseño abierto de su dobladillo, no existe sensación de ajuste en la zona del tobillo, algo que se agradece. En las mallas llevo la talla S.
Y ahora diré ¡el running tiene mucho que darnos! Sintamos cada zancada, porque de poder darla, ya es un regalo.
