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No tengo nada que contaros o ¿puede que sí? Es domingo, después de todo un fin de semana… interesante. ¡Qué digo…! Lo ha sido para mi, ¿pero esto puede serlo para quien me esté leyendo al otro lado?
Cuando nació este proyecto, tuve claro desde un principio cuáles iban a ser mis pilares de comunicación, dejando bastante de lado mi parcela privada. No estaba descrito así, solo que no sentía que fuese de interés para quienes pudiesen estar recibiendo esta información, cuando los contenidos que giran en torno a ‘Miss leggings run’ hablan de moda (más bien moda running), comunicación (cómo hago desde mi pasión por el deporte para haceros llegar contenido). Temas que contar que han evolucionado, algunos han ido desapareciendo, otros nuevos y…
‘Y’…
… Ese ‘y’… creo que se refiere a mí, a Gema Payá. Con el paso de los años he percibido el valor de mostrar contenido personal para que una marca personal, como es Miss leggings run, conecte con el público. Contenido personal, que no privado, pues opino que es importante saber delimitar esa línea.
Lo cierto es que he crecido con vosotros, me habéis acompañado en esta andadura y poco a poco he ido mostrándoos un poco más de mi. Quizá me he ido sintiendo como en casa, percibiendo que quizá algo que para mi estaba normalizado, podía ayudar a otra persona y me lo estaba guardando para mi; lanzar al aire dudas que podían rondar en mi cabeza y recibir una gran ayuda por parte vuestra; sentirme baja de ánimos y recibir un chute de energía brutal de vosotros; o exteriorizar mis vulnerabilidades…
Porque, quizá por aquí no lo he dejado escrito, pero sí lo hice a través de mi perfil de Instagram. Hace relativamente poco sentí la necesidad de hacer público un hecho que había estado escondiendo: mi operación de pecho. O decidir contar cómo me sentí pequeña en ciertas etapas de mi vida… ¿Qué sabemos de las personas que seguimos a través de una pantalla? Personas, porque detrás del perfil en cualquier red social hay una persona que decide lo que contar y lo que no.
Vuelvo al inicio de esta entrada y retomo la pregunta. ¿Por qué contarlo? Pues quizá mi cabeza necesita exteriorizar estos sentimientos de desorden que tanto daño me hacen. Soy algo desordenada, pero el orden me calma. Porque llevo unas semanas entre cajas, que poco a poco empiezan a apilarse en los rincones de la casa y lo reconozco, siempre estoy intentando que su colocación sea lo mas armoniosa posible.
Muy pronto nos mudamos de casa, nos mudamos sí, mi novio y yo cambiamos de hogar. Mi cabeza intenta priorizar y marcar unos tiempos y yo le lanzo este mensaje: Tranquila, el orden volverá. Eso me calma.
Estoy feliz, es una temporada de cambios y entre cajas os digo: es muy bonito tener la tranquilidad de saber que puedo contaros todo esto. 🙂
Acabo de descubrir tu blog precisamente buscando unas zapatillas para correr y me encuentro con este artículo. Me ha gustado mucho, creo que son cosas que deberían poder contarse sin más, como quien cuenta que mañana irá a la peluquería a hacerse unas mechas.
Te seguiré en IG, no soy muy de redes sociales pero por ahí podré ver lo que publicas.
Serendipia, lo llaman.
¡Gracias!
¡Hola! Una placer y bienvenido, me alegra que te gustase 🙂