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Después de un entreno de potencia, de subir escaleras arriba y abajo, era la hora del ¡rock n’roll!
Así ha sido mi fin de semana. Entrenamientos marcados por la potencia: subir escaleras y series con amigo incluido, el viento y luego… ¡los cueros! ¿Y qué relación tiene todo? MUCHA. Porque el sábado se me pegaron las sabanas y estuve a punto de quedarme en el sofá y el domingo todo apuntaba a que no lo haría… el viento y las series no eran la mejor pareja. Finalmente, marqué en el calendario el: HECHO y a por el siguiente. Los cueros venían luego, porque el fin de semana había que exprimirlo al máximo y no todo quedaba en el running. Es aquí cuando, con los deberes hechos, sustituir las mallas de correr por unos leggings cañeros ¡motiva!
Las escaleras a lo Rocky Balboa
El sábado, después de buscar por el pueblo de Pego (Alicante) unas escaleras, tal y como me había puesto mi entrenador Haruki en la tabla de entrenamiento, las encontré. Allí estaban, no eran las míticas 72 escaleras del Museo del Arte de Philadelphia protagonistas de la película de Rocky Balboa, pero había que conformarse con ellas. Subí el volumen de la música y fueron 10 minutos intensos de sube y baja.
Mallas por leggings
Luego llegó el look de cuero. Tras la ducha, volví a esas escaleras que tanto me habían activado y aproveché para tomar unas fotos, pero con otros aires…
Aquí os dejo con un look cañero, fotos tomadas en ese escenario, el “Convent del Franciscans” de Pego. Al lado, estaban esas escaleras.
