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Sigo una dieta, sí. ¿Por qué? Me parece que está claro, comer bien se nota, física y psicológicamente. Comer de forma saludable forma parte de mi rutina, incluso me ayuda a ser más disciplinada y organizada. Pero quiero dejar claro algo: ¡Me encanta tomarme mis caprichos! Eso sí, de vez en cuando.
Pienso que el comer bien se traduce en sentido común. Sé que a mi cuerpo le sentará mejor una pieza de fruta que una galleta. Es evidente. Sin embargo, reconozco que la nutrición es un mundo y sé que para saber qué comer según cada momento hacen falta conocimientos. Por la parte que me toca, en el ámbito deportivo, para saber qué comer según qué tipo de entrenamientos y cuándo realizar una ingesta es necesario disponer de conocimientos y para ello es vital la supervisión de un profesional. Siempre que hablo sobre este tema lo hago bajo las recomendaciones de mi nutricionista Andrea Ferrándis, del equipo de Sanus Vitae, con quien llevo trabajando ya cuatro años.
Quiero aprovechar este artículo para presentaros a otra profesional de la nutrición. Ella se llama Laura Jorge y acaba de publicar su primer libro “Come sano, vive sano”. Tras leerlo he sentido la necesidad de ponerme delante del ordenador y escribiros unas líneas sobre ciertos temas que ella hace mención.
¡Cuidado con lo que veis y leéis en ciertas redes sociales, revistas, etc.!
«¡Cuidado con lo que veis y leéis en ciertas redes sociales, revistas, etc.!». Esta es una de las frases que Laura destaca en su libro y no puedo estar más de acuerdo con ella. Desde mi experiencia, como no profesional de la nutrición, –vuelvo a repetir- para poder afirmar algo y recomendarlo necesito siempre que esté supervisado por mi nutricionista ¡No puedo hablar por hablar! No creo que este tema deba tomarse a la ligera. Estamos hablando de salud y con eso no se juega. Y añado: lo que puede ser bueno para mi, puede que no sea tanto para otra persona. Así pues, creo que es prioritario concretar y adecuar las comunicaciones según los objetivos nutricionales.
Desmontando mitos
Laura Jorge dedica un capítulo de su libro a desmontar mitos. Los cito:
- “Los hidratos de carbono engordan”
- “La dieta vegetariana es una dieta peligrosa”
- “Si total, un poco de azúcar no hace daño. Además, el azúcar es necesario”
- “Un vasito de vino o una cañita al día son buenos para el corazón”
- “Lo integral engorda menos”
- “No es bueno tomar fruta de postre porque fermenta en el estómago”
- “Saltarse comidas es bueno para adelgazar”
- “Beber agua durante las comidas engorda”
- “Llevo una dieta sana porque tomo un complejo vitamínico”
- “Hago deporte, por lo que puedo comer lo que quiera”
Me parece que conocer el razonamiento que realiza Laura de cada uno de ellos tiene mucho que aportar. (Lo tenéis en su libro).
No quiero desvelaros más, pero ser conscientes de qué alimentos parecen sanos y en realidad no lo son, tener una idea de qué tapas pedir cuando salimos a comer fuera o ideas de Tupper son aportaciones que pueden sumarnos en nuestro día para intentar llevar una vida más saludable. Estos son algunos ejemplos más de información que podéis encontrar en sus líneas.
El capricho consciente
Hago mención a otro libro que puede ser de vuestro interés: «La vida sin dietas» de Fit Happy Sisters. A lo largo de sus páginas dan ideas de recetas para gozar del placer de comer, con cabeza. Caprichos que… ¡son bienvenidos!
Desde cómo hacer tortitas de calabacín, pastas avena y semillas o quiche de verduras, pasando por un bizcocho de arándanos, hasta llegar al lado más dulce con una Tarta Sacher.
Os recomiendo que echéis un ojo a la gran variedad de recetas que exponen estas dos hermanas, Ani y Sara, en su libro. Ideas que pueden sernos útiles para nuestro planning semanal o sacarnos de más de un apuro cuando queremos innovar.
Lo dicho. Los caprichos hay que dárselos, ¡no creo que tengamos que martirizarnos por ello! Pero si seguimos una rutina conseguiremos que comer bien sea un hábito. Esto es como correr ¿A cuántos de vosotros correr ya forma parte de vuestra rutina semanal? En la nutrición, igual.