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Disfrazados, enmascarados, pintados… La noche de carnaval lo hace posible y ayer pudimos ser testigos. Yo soy de las que opté por esconderme detrás de mí antifaz plateado con pedrería y plumas blancas traído de la misma Venecia acompañado por un top de tirantes plateado de encaje. Dado que la calle es la protagonista de esta noche carnavelesca, una buena prenda de abrigo la echaremos en falta, así que no dudé en llevar mi abrigo negro de plumas de Morgan, ¿quién dijo frío?
Una noche en la que pude esconderme bajo mi antifaz y recorrer las calles del municipio alicantino de Pego, un pueblo que se transforma por unas horas y se envuelve de una magia difícil de pasar desapercibida, para los mismos habitantes y los forasteros.
Noche de carnaval veneciana
¿Y vosotros en quién os transformasteis ayer? ¿Apostasteis por la originalidad, por la elegancia, por no dejar indiferentes a nadie o fuisteis de los que lo más importante era ir bien abrigado? Yo fui de las del último grupo. Sea cual fuese vuestra elección espero que hayáis disfrutado de esta noche en la que, por unas horas, pudimos dejar la vergüenza a un lado y reírnos de nosotros mismos.
