La niña de amarillo que sigue siendo runner

Cuando se trataba de escoger un color, el amarillo siempre ganaba. La niña a la que sus padres le compraron sus primeras botas de agua amarillas y el paraguas del mismo tono, como no. Ella quería una chaqueta también de esa tonalidad, pero en su casa, supongo, considerarían que no verían a su hija entre tanto amarillo.

–¡Hola Gema! Me hablo a mi misma, mientras escribo esta nueva entrada en el blog.

Ya con casi 35 años siento que el amarillo me sigue acompañando, ¡por supuesto, por qué tendría que cambiar! No soy de supersticiones, pero sí de pensar que si no escojo ese color entre otros cuando tengo la oportunidad de hacerlo, podrá influir en mi suerte. Jajaja. Quizá sí que lo soy un poco, exacto, algo supersticiosa.

Pero me gusta recordarlo, porque me hace viajar a esa niña que creo que, de alguna manera u otra, me sigue acompañando en mi día a día.

–¡Gema, has crecido! Me digo.

Está claro que así es. Mantengo dibujada una sonrisa en mi cara mientras sigo asentando que sí, me encanta el amarillo y me rio de mi misma cuando me salen gestos y actuaciones como tal.  

¿Sigo siendo la runner de amarillo?

Esta niña de amarillo no ha dejado de ser runner, aunque en ocasiones sienta que no lo es tanto, porque no se pone un dorsal, no publica las crónicas de sus carreras y no comparte los entrenos semanales, que tan frecuente hacía antes.  

–Soy una runner, a medias, me repito en ocasiones.

¿Cómo? ¿Estás escuchando lo que dices? No no no, rectifico lo que acabo de escribir.

Miradme en la foto, tras mi vuelta a sentir que vuelvo a correr.

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Una publicación compartida de Gema Payá (@missleggingsrun)

Apuntaré dos cosas y esto que voy a decir tiene mucho que ver con una conversación que tuve con un buen amigo, muy recientemente. Primero, considero que todo deportista, por muy enfocado que esté en un deporte no puede pensar que su éxito solo dependerá de, si ponemos como ejemplo a un corredor, limitar el 100% de sus entrenamientos a correr. Entonces… Si yo, Gema Payá, la niña de amarillo, la que creó su marca personal Miss Leggings Run sabiendo muy bien aquello que quería comunicar, hablar sobre running y todo lo que ello puede llegar a englobar (moda, hábitos, estilo de vida, parar… porque a veces toca hacerlo) se ha dado cuenta de lo importante de esto ¿la comunicación tiene que girar en torno, exclusivamente, a una foto con un dorsal o un entreno?

Segundo. En estos años he disfrutado muchísimo preparando las carreras de larga distancia que he llegado a correr y del subidón de compartir la experiencia con todos vosotros o de situarme cada fin de semana, porque han sido muchos, en la línea de salida de una prueba. Pero me he dado cuenta de algo, no soy menos runner por haber tomado la decisión de tener que dejar de acudir a estas competiciones. Sabéis que mi rodilla manda y quizá si no me hubiese lanzado al boom de ‘todo vale’ por tener visibilidad, no habría vuelto a lesionarme y el escenario sería bien distinto.

Analizando estas dos consideraciones que acabo de compartir, creo que he ganado mucho, porque he aprendido de mis errores y por supuesto, sigo siendo runner. Todo aquel que se calza las zapatillas por el simple hecho de disfrutar de sus kilómetros, los que sean, ya lo es. Y si hay algo que creo que no debo guardarme es sencillamente eso, el comunicar aquello que a mi me funciona, lo que aprendo por el camino, mis errores y especialmente, lo que realmente sé que quiero cuidar, el poder seguir corriendo toda la vida.

Y como sabéis que me gusta compartir con vosotros mis prendas runner, aquí os dejo el short de adidas que me ha cautivado, ¡Gran compañero para mi vuelta en estos meses de verano! ¡Y tiene amarillo! 😊 Como sois conocedores, el enlace es la tienda de Intersport.