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¡Saboreamos la 10K Divina Pastora Valencia!

12 enero, 2015

Había que madrugar, sí. Hacía frío, también. Pero ¡y cuanta ilusión! Ayer Valencia vibró de nuevo arropada por la marea de corredores. Algunos debutaban, otros buscaban recortar su marca, tenían un reto, había quienes corrían por una causa, los que hacían de liebre o los que querían simplemente calzarse las zapatillas. A todos nos unía la magia de este deporte, 11.000 corredores en busca de cruzar la línea de meta de la 10K Divina Pastora Valencia.

Esta vez repetía, me enfrentaba por segunda vez a esta prueba, la primera de la temporada y lo que ello significaba, empezar desde cero pero con los recuerdos del año que dejaba atrás y ¡la resaca navideña! ¿Cuál ha sido mi preparación durante estas fiestas? Dos semanas centradas en un único objetivo, recuperarme de la rodilla y empezar a hacerla fuerte.

10K Divina Pastora Valencia 2015

La Avenida de la Alameda estaba pintada por los colores de cada corredor. Buscaba cuál era mi cajón y este año mi dorsal tenía color, era de los rojos. Tenía un objetivo, bajar de los 50 minutos. ¿Dónde está el globo? ¿Y la entrada? ¡Apenas cabíamos en el cajón! Una vez dentro solo quedaba esperar a que la marea se moviese, pisar la línea de salida y darle al ‘start’ del pulsómetro. Pienso: ’Vaya… este año salgo un poco más delante y de nuevo, me cuesta avanzar’ Tenía que ir a pulsaciones (empiezo a saber qué es eso de correr pendiente de nuestro motor, el corazón) y lo hice durante los primeros  4km, momento en que empezaba a dispersarse la aglomeración de corredores. Tenía que empezar a subir el ritmo y a seguir con los continuos adelantamientos… cambié la opción de mi pulsómetro TomTom para ver mi ritmo –no lo había hecho hasta ese instante- y me olvido por completo de mis pulsaciones. ¡Error! Sabía que empezaba a ir más rápido y estaba cansada, ¡lo estaba! ¿pero sabía si había llegado a mi frecuencia cardíaca máxima? No lo sabía, había dejado de controlar mis pulsaciones.

Quedaban solo dos kilómetros para llegar a meta. Estaba cansada, pero mi rodilla no me daba la lata, nada más importaba. La segunda recta ¿os acordáis? Al final de la avenida Aragón se veía esa rotonda, la meta estaba cerca… giro a la derecha y termino. ¡Ignorante de mí! De nuevo, me planté en la carrera sin haber estudiado con detención el circuito y el giro más bien era hacia la izquierda. Había que aguantar los últimos 2 kilómetros y si cabía, aumentar el ritmo. Una vez llegué a la recta final ya me dije ‘¡Vamos a por ello!’ Un último kilómetro que costó, pero la saboree, ¡había conseguido bajar de los 50 minutos, 49:18!

10K Divina Pastora Valencia

¡Ponte un reto y a por él!

Esta vez corría sin música y fue un acierto. Quería enterarme de todo lo que pasaba y me encantó haber tomado la decisión de dejar mis cascos en casa ¡lo escuché todo! ¿Con qué me quedo de la carrera? Sin duda con el ambiente y con la satisfacción de que con trabajo podemos conseguir cualquier reto que nos propongamos. Aprovecho para felicitar a la organización de la carrera y al gran número de voluntarios que siempre tienen una sonrisa para cada corredor y una especial mención a los chicos que me dieron el dorsal en la Feria del Corredor 😉

  • Anónimo dice:

    Enhorabuena !! Yo también estuve en el cajón 47′ y no te vi joo

  • rouss dice:

    Que bonito es este deporte, cuantas buenas sensaciones y buenos momentos.
    Enhorabuena por esa marca

  • Jewel dice:

    Que buenas sensaciones!! un post genial.
    Un besazo.
    http://www.jewelrunner.blogspot.com

  • Cecilia dice:

    Se me había pasado leer esta entrada!!!!!Muchas felicidades, anda que no sienta bien cumplir objetivos. Yo aún estoy decidiendo los de este 2015.
    😉
    ¡FELIZ DOMINGO!

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