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No he rendido al 100% porque tengo la regla ¿y?

21 octubre, 2017

«Entreno para sentirme bien, no para que me veas bien». Recientemente me sumé a este mensaje promovido por la revista Women’s Health y lo hice porque realmente creo en esta frase. El deporte logra que saque lo mejor de mi, incluso en situaciones en las que una buena peli y una manta serían mi mejor medicina.


¿Por qué ocultarlo? Si no estoy al 100%, no pasa nada, ¿y por qué no decirlo? Deporte + mujer + regla = tabú. Lo es. En el deporte, la regla sigue siendo un tabú. Pero la realidad es evidente. Cada mes las mujeres tenemos la menstruación y contamos con esos días incontrolables. En mi caso, meses en los que la querida regla pasa desapercibida y otros en los que va dejando huella la semana previa ¿Qué me pasa que no rindo?

Reconozco que también lo he escondido ¿Cómo voy a decir que no rindo en un entrene porque tengo la regla? ¿Y tras una carrera? Viajaré a dos situaciones pasadas:

Entrenamiento de series

No me encontraba bien. No necesitaba más pistas, la regla estaba a punto de venir. Allí estaba, era un jueves, día de la semana de entrenamiento de series, día fuerte, donde más tengo que dar de mi. Las piernas iban, pero mis fuerzas estaban como ralentizadas, sumado a un ligero dolor, sí, el menstrual. Terminé y recuerdo que fue un entreno positivo, con buenos tiempos.

 – Haruki (mi entrenador): ¡Muy bien!

 – Yo: ¿Muy bien? Pues… lo siento pero no he podido dar más… es que estoy con la regla.

Él se río y le pregunté por qué se reía. Su respuesta fue sencilla: No me pidas disculpas. Me río porque lo has dicho con vergüenza. Lo que te ha pasado, ¡es algo normal! Desde ese día no tengo ningún problema en admitir que tengo la regla y si no rindo o no me encuentro bien, no pasa nada.

En carrera

Ese día tenía la regla. La primera carrera de la temporada, tras la vuelta de vacaciones de verano y ‘la amiga’ venía a darme la bienvenida. Los días previos no fueron los mejores y la sufrí en los entrenamientos, pero cuando llegó la carrera… Me levanté con pocas ganas de correrla, lo reconozco, no sé muy bien cuáles serían los motivos, físicos o anímicos, pero la terminé, sentí que intenté luchar por mi objetivo. Tenía la regla, sí, ¿y? (La foto de portada fue de ese día).

Regla + deporte = naturalidad

No creo que esto vaya de excusarse o no, solo creo que puede tratarse con total naturalidad. Pese a que no hay estudios que respondan con claridad si la menstruación afecta al rendimiento deportivo,  en mi caso, me afecta. Y subrayo: no la sufro del mismo modo cada mes, puede que haga una carrera con la menstruación y ni me acuerde de ella o todo lo contrario, me cueste avanzar.

Hay investigaciones que desmienten que las alteraciones fisiológicas producidas por la menstruación incidan en el rendimiento de las deportistas. En cambio, otros sí apuntan a que existe cierta relación, incluso señalan que hay un mayor riesgo de lesión cuando se practica deporte con la regla (estudio NCBI).

Tengo la regla, la otra cara

En cambio, creo que existe la otra cara de todo esto. Recuerdo cuando mi madre me decía: Si tienes la regla, quédate tranquila sentada en el sofá y no vayas a correr. ¿Por qué? Es cierto que hay días en los que con la regla no estoy para nada, en cambio otros en los que, pese a no sentirme bien, me digo a mi misma: Gema, sal a entrenar. Y el resultado termina siendo doblemente satisfactorio. Me siento bien y con eso, ya me basta.

Quiero dar las gracias a MarvelCrowd, ellos me plantearon escribir sobre esto. Mi respuesta fue: ¿Por qué no? Llevaba tiempo queriendo tratar este tema y creo que este tipo de experiencias hay que sacarlas y contarlas de alguna manera, porque ¡es algo natural!

  • Leire dice:

    Me encanta el post.
    He sido atleta de alto rendimiento muchos años, y cada entreno que me tocaba con la regla era, sobre todo el primer día, una pesadilla. Me costaba el doble, sobre todo anímicamente, sentía pesadez en las piernas cuando corría y una sensación de impotencia por no poder rendir al máximo. Y si ya tocaba en competición… Ni te cuento.
    Me lo callaba casi siempre, por vergüenza cuando es algo totalmente natural y que afecta en el rendimiento físico, en mi caso también estoy segura 100%. Considero que tener la confianza suficiente con tu entrenador para contarle que te pasa es esencial para redireccionar el entrenamiento en función de la situación en la que se encuentra el atleta en ese momento.

    • Ahí lo has dicho, la confianza con el entrenador es clave, EN TODO. Si cabe, no solo contarlo al entrenador, sino entre los compañeros. Hay días y días y tenemos que vivir con ello. ¡Gracias por tu comentario! 🙂

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